Orbitales atómicos.
En química general suele estudiarse detenidamente el concepto
de orbital, por tanto bastará con recordar que orbital es una región
tridimensional alrededor del núcleo atómico donde existe mayor probabilidad de
encontrar un electrón. El principio de incertidumbre de Heisenberg indica que
la posición y el momento de un electrón no pueden conocerse simultáneamente.
Esto significa que nunca podemos saber con total certeza donde se encuentra el
electrón pero sí podemos describir su posible localización. El contorno
orbitálico indica la existencia de más de un 90% probabilidad de encontrar al
electrón en el espacio definido por dicho contorno. Según la mecánica cuántica, los electrones se
colocan en regiones concéntricas al núcleo. Cada región, o nivel, contiene
subregiones que son los orbitales atómicos. Cada orbital atómico tiene una
energía característica que viene dada por la ecuación de Schrödinger. Así, la
primera región contiene sólo al orbital s y consiste en una región esférica en
cuyo centro se encuentra el núcleo
La segunda región contiene 1 orbital s (esférico) y 3 orbitales
p, que son mutuamente perpendiculares entre sí. En la siguiente figura se
indica la forma de cada uno de los orbitales 2p.
El tercer nivel cuántico posee 1 orbital s, 3 orbitales p y 5
orbitales d, cuya forma y orientación se da en la siguiente figura:
El cuarto nivel cuántico contiene 1 orbital s, 3 orbitales p,
5 orbitales d y 7 orbitales f.
Teoría de orbitales
moleculares (OM)
Según la teoría de orbitales moleculares (OM), los enlaces
covalentes de las moléculas se forman por solapamiento de orbitales atómicos,
de manera que los nuevos orbitales moleculares pertenecen a la molécula entera
y no a un átomo sólo. Para comprender
mejor esta teoría describiremos primero el enlace en una molécula de H2.
En esta molécula el orbital 1s de uno de los átomos de
hidrógeno se solapa con el orbital 1s del otro hidrógeno formándose un orbital
molecular. La densidad electrónica del OM es mayor en la región de
solapamiento. El enlace que se forma cuando dos orbitales s solapan se denomina
enlace sigma (σ). Los electrones en un enlace σ se encuentran simétricamente
distribuidos alrededor de un eje internuclear.
Durante la formación del enlace, los dos orbitales se acercan uno a otro
y comienzan a solapar, liberándose energía a medida que el electrón de cada
átomo es atraído por la carga positiva del núcleo del otro átomo. Cuanto mayor
sea el solapamiento, mayor será el desprendimiento de energía y, por tanto,
menor será la energía del Orbital Molecular (OM). Si el proceso de aproximación
de los átomos continua, los núcleos atómicos pueden llegar a repelerse
mutuamente, lo cual hace que la energía del sistema aumente. Esto significa que
la máxima estabilidad (mínima energía) se alcanza cuando los núcleos se
encuentran a una distancia determinada que se conoce con el nombre de longitud
de enlace.
El enlace en la
molécula de metano.
El hidrocarburo saturado más simple es el metano, cuya
fórmula molecular es CH4. Desde el siglo pasado se había demostrado
mediante hechos experimentales que la forma del metano era tetraédrica. Sin
embargo, la justificación de esta estructura no pudo hallarse hasta el
desarrollo de la teoría mecanocuántica entre los años 1920 y 1930. La configuración electrónica del átomo de
carbono es 1s2 2s2 2p2. El contorno de densidad
electrónica de los orbitales s y p se indica en la siguiente figura:
Un átomo de carbono en su estado fundamental tendría dos
electrones desapareados, tal y como se indica a continuación:
Como el átomo de carbono en su estado fundamental sólo
contiene dos electrones desapareados se debería esperar que, en lugar de formar
CH4, el carbono se uniera sólo a dos átomos de hidrógeno y formara
un compuesto de fórmula CH2, dejando vacío un orbital 2p. El CH2
es una especie química conocida, llamada carbeno, pero es una sustancia muy reactiva
y de tiempo de vida media muy corto. Por
adición de 96 kcal/mol de energía a un átomo de carbono, uno de los electrones 2s
puede promocionarse hasta alcanzar el orbital vacío 2p, dando lugar a la configuración
electrónica indicada a continuación:
Al promocionar un electrón desde el orbital 2s al 2p el átomo
de carbono tiene disponibles cuatro electrones para formar cuatro enlaces
covalentes y de esta forma puede conseguir la configuración electrónica de gas
noble. La formación de un enlace covalente
produce un descenso de energía en el sistema, que en el caso de un enlace C-H
se cifra en 87 kcal/mol. Por tanto, la formación de dos enlaces covalentes más
en el átomo de carbono provocará un descenso de 174 kcal/mol de energía (2 x 87
kcal/mol), que compensa sobradamente los 96 kcal/mol que se requieren para
promover al átomo de carbono desde el estado fundamental al estado excitado. Este razonamiento explica por qué el átomo de
carbono tiende a ser tetravalente en lugar de divalente. Sin embargo, no
explica la forma tetraédrica de la molécula de metano.
El sistema de un orbital 2s y tres orbitales 2p, mutuamente
perpendiculares, es una solución satisfactoria aproximada para la ecuación de
Schroedinger para la capa n=2, pero pueden formularse combinaciones lineales de
estos cuatro orbitales que también sean soluciones satisfactorias para la
ecuación de Schroedinger. Matemáticamente
está permitido combinar los orbitales 2s y 2p de cualquier modo, con la
condición de que en la formación de los cuatro orbitales nuevos se empleen exactamente
un orbital s y tres p. Una forma de llevar a cabo tal combinación consiste en
formar cuatro orbitales nuevos, cada uno de los cuales tiene ¼ de carácter s y
¾ de carácter p. Los cuatro orbitales híbridos son entonces equivalentes entre
sí y, teniendo en cuenta que contienen triple carácter p que s, se les denomina
híbridos sp3. El contorno de
densidad electrónica de un orbital sp3 presenta dos lóbulos, como un
orbital p, pero en este caso los lóbulos son bastante desiguales en tamaño.
Para formar un enlace fuerte es necesario que los electrones
estén situados entre los núcleos de los átomos. Un orbital sp3 puede
situar mucha más densidad electrónica, en una dirección determinada, que la que
sitúa un orbital s o un orbital p. Por
consiguiente, un enlace covalente que se forme con la participación de un
orbital sp3 del átomo de carbono será más fuerte que un enlace covalente en el
que participe un orbital p o un orbital s.
La energía de un enlace covalente que se forma mediante el solapamiento
entre el orbital híbrido sp3 del carbono y el orbital 1s del
hidrógeno es de 103 kcal/mol, mientras que los enlaces covalentes
correspondientes C2p-H1s y C2s-H1s tienen una energía de 60 kcal/mol y 80
kcal/mol. Los cuatro orbitales híbridos
sp3 del carbono se sitúan en direcciones tales que forman entre ellos ángulos
de 109.5°, como si se dirigieran hacia los vértices de un tetraedro regular:
Los orbitales híbridos sp3 dan la mejor
explicación para la formación de enlaces en el metano porque el átomo de
carbono tiene la misma energía, tanto si está hibridizado como si no lo está,
pero la configuración hibridizada puede formar enlaces más fuertes. Además, la geometría tetraédrica
permite alejar lo máximo posible a los núcleos de los cuatro átomos de
hidrógeno, lográndose de esta forma disminuir las interacciones
desestabilizantes que se establecen entre los cuatro núcleos cargados positivamente. En conclusión, la participación de los
orbítales híbridos sp3 permite explicar la forma de la molécula del
metano, que es un tetraedro perfecto con distancias de enlace C-H de 1.09 Å y
ángulos de enlace de 109.5°, tal y como se indica en las figuras
que se dan a continuación:
La molécula de etano.
El etano es un hidrocarburo de fórmula molecular C2H6.
Su estructura se puede explicar admitiendo que los dos átomos de carbono
presentan hibridación sp3, de manera que el enlace covalente C-C se
forma por solapamiento de dos orbitales híbridos sp3, uno de cada
átomo de carbono, quedando en cada uno otros tres orbitales híbridos para
solapar con los orbitales s de los seis átomos de hidrógeno. Como en el caso del metano cada átomo de
carbono se sitúa en el centro de un tetraedro cuyos vértices lo ocupan ahora
tres átomos de hidrógeno y el otro carbono.
La molécula de etileno.
El concepto de hibridación también puede explicar la
formación de enlaces múltiples en las moléculas orgánicas. Por ejemplo, el
etileno, cuya fórmula molecular es C2H4, es una molécula
plana con una longitud de enlace C-C de 1.33 Å, inferior a la longitud del
enlace simple C-C del etano, que es de 1.54 Å. La longitud del enlace C-H en el
etileno es de 1.08 Å, también ligeramente menor que el enlace C-H del etano, que
es de 1.09 Å. Los ángulos de enlace de C-C-H y H-C-H en el etileno son de
121.7° y 116.6° respectivamente.
Estas distancias y ángulos de enlace se pueden explicar
admitiendo que los dos átomos de carbono que forman el enlace C-C de la
molécula de etileno presentan una hibridación sp2. Estos orbitales
híbridos se forman por combinación de un orbital 2s con dos orbitales 2p, En
este proceso se generan tres orbitales híbridos sp2 que contienen un
33.33% de carácter s y un 66.66% de carácter p. Los tres orbitales híbridos sp2
son idénticos y se encuentran en un plano formando un ángulo de 120° entre
ellos. El orbital p libre, que no se ha empleado en el proceso de hibridación,
se coloca perpendicular al plano que contiene a los tres híbridos sp2.
En la siguiente figura se indica la forma y orientación de los orbitales
híbridos sp2.
A continuación, se representa la configuración orbitálica de
un átomo de carbono sp2. La visión frontal permite apreciar la
colocación perpendicular del orbital atómico p con respecto del plano que
contiene a los tres orbitales híbridos sp2.
Cuando dos átomos de carbono con hibridación sp2
se solapan frontalmente se forma un enlace sigma (σ) carbono-carbono, quedando
sobre cada átomo de carbono dos orbitales híbridos sp2 y un orbital
2p no hibridizado. En la molécula de etileno los orbitales híbridos sp2
que no se han empleado en la construcción del enlace C-C se solapan con los
orbitales 1s de cuatro átomos de hidrógeno dando lugar a cuatro enlaces σ Csp2-H1s. Sobre cada átomo de carbono queda un orbital
2p, que consta de dos lóbulos a los que se les asigna el signo + y el signo -.
Estos signos no representan cargas sino el signo algebraico de la función de
onda en las dos regiones o lóbulos que constituyen el orbital atómico p. Para que los orbitales 2p se puedan solapar
en la molécula de etileno se tienen que orientar paralelamente entre sí y perpendicularmente
a la estructura de los enlaces σ. Para que esto ocurra, la estructura de los
enlaces σ tiene que ser coplanar: los seis núcleos atómicos implicados en el
enlace de la molécula de etileno tienen que estar situados en el mismo plano.
En este caso, los dos orbitales p se sitúan paralelamente y están lo suficientemente
cerca para poderse solapar.
La longitud del enlace C-H es menor en el etileno que en el
etano por dos razones: Primera, el enlace σ del etileno está formado por el
solapamiento de dos orbitales sp2 del carbono (33.3% de carácter s), mientras
que el enlace σ en el etano está formado por el solapamiento de dos orbitales
sp3 (25% de carácter s). Segunda, el solapamiento de los orbitales p que forman
el enlace π aproxima a los dos átomos de carbono. En la siguiente figura se indican los tres
tipos de enlaces covalentes de la molécula de etileno: un enlace σ
(solapamiento Csp2-Csp2), un enlace σ (solapamiento Csp2-H1s) y el enlace π
(solapamiento Cp-Cp):
La molécula de
acetileno.
El acetileno es un gas de fórmula molecular C2H2.
La molécula de acetileno es lineal que se puede explicar admitiendo que cada
átomo de carbono presenta una hibridación sp. Los orbitales híbridos sp se
forman por combinación de un orbital atómico 2s con un orbital atómico 2p,
quedando sin hibridizar los otros dos orbitales atómicos 2p. Para disminuir la
repulsión entre los electrones de los orbitales híbridos sp éstos se colocan en
el mismo plano formando entre ellos un ángulo de 180°, tal y como se indica en
la siguiente figura:
Los dos orbitales atómicos 2p que no se han empleado en el
proceso de hibridación se colocan perpendiculares entre sí y perpendiculares al
sistema de orbitales híbridos sp, tal y como se indica en la figura que se da a
continuación:
El solapamiento frontal de dos orbitales híbridos sp genera
el enlace σ C-C de la molécula de acetileno. Los dos orbitales híbridos sp
restantes se solapan con los orbitales 1s de dos átomos de hidrógeno para dar
lugar a dos enlaces covalentes C-H de tipo σ. El sistema de orbitales σ de la
molécula de acetileno se indica a continuación:
Sobre cada átomo de carbono quedan dos orbitales atómicos p
que se solapan lateralmente para dar lugar a dos enlaces de tipo π:
Los tres tipos de enlaces que constituyen la molécula de
acetileno, enlace σ (solapamiento Csp-Csp), enlace σ (solapamiento Csp-H1s) y
enlaces π (solapamiento Cp-Cp) se representan en la figura que se da a
continuación:
no entendi un carajo salu2
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