Cadenas de carbono
La base de
la química orgánica es el conocimiento de los compuestos del carbono; este elemento cuenta con una particularidad
especial de formar un gran número de compuestos, que tienen como base a las
cadenas de átomos del mismo, unidos unos con otros, y a los cuales se unen o agregan
otros elementos en disposiciones de las más diversas, lo que da lugar a una
infinidad de sustancias diferentes. Las
cadenas de átomos de carbono pueden ser lineales o cíclicas, y se denominan de
acuerdo con el número de átomos que están formadas. En los compuestos más sencillos se forman
cadenas lineales de carbono, de manera que cada átomo emplea una de sus
valencias para combinarse con el siguiente.
Las valencias restantes se satisfacen con átomos de hidrógeno, para dar
lugar a los llamados compuestos alifáticos, tanto lineales como cíclicos. Se puede tomar como punto de partida a estos
compuestos, para la formación de los otros miembros más frecuentes de la
química orgánica.
Grupos
funcionales
La formación
de compuestos específicos se da por la sustitución de uno o más átomos de
hidrógeno de una cadena de átomos de carbono por uno o más átomos o grupos de
átomos. De acuerdo con la sustitución
realizada resulta un compuesto o tipo de compuesto con una nomenclatura
determinada y propiedades más o menos predecibles. A los átomos o grupos de átomos que
combinados con una molécula determinada le confieren ciertas propiedades se les
conoce como grupos funcionales. Cada
compuesto lineal recibe un nombre, que excepto
para los primeros deriva del número, en griego, de átomos de carbono,
más la terminación que lo identifica con el grupo a que pertenece por el grupo
funcional que contiene.
UN GRUPO
FUNCIONAL ES UNA ORDENACIÓN ESPACIAL ESPECÍFICA DE UN CONJUNTO DE ÁTOMOS QUE,
FORMANDO PARTE DE UNA MOLÉCULA, DEMUESTRA CARACTERÍSTICAS QUÍMICAS
PARTICULARES. PUEDE TRATARSE DE UN SOLO ÁTOMO.
De este tipo
de combinaciones también se obtienen grupos de compuestos con propiedades
específicas más o menos definidas, dentro de las cuales están comprendidos
muchos de los compuestos de los organismos vivos. Los grupos funcionales, alcohol, aldehído,
ácido, entre otros, son los más frecuentes entre los compuestos bioquímicos; sin embargo, no se encuentran en moléculas en
las cuales exista un solo tipo de grupo funcional; lo más común es encontrar casos en los cuales
coinciden más de un tipo de grupos funcionales, por ejemplo, en los
monosacáridos coinciden cinco grupos alcohólicos y uno aldehído o cetónico.
¿Qué características
del carbono permiten la abundancia y complejidad de los compuestos orgánicos?
Diversidad
Estructural:
Con cuatro electrones en su capa más externa, el carbono
forma cuatro enlaces para lograr una configuración de octeto. Un átomo de carbono puede lograr tener un octeto
de diversas maneras:
®
Formación
de cuatro enlaces simples: un átomo de
carbono puede enlazarse con otros cuatro átomos, que pueden ser de otros
elementos (H,N,O) o bien con otros átomos de carbono.
®
Formación
de un doble enlace y dos enlaces simples.
Por ejemplo, CH2=CH2
®
Formación de dos dobles enlaces.
Por ejemplo CO2
®
Formación
de un triple enlace y un enlace simple. Por ejemplo, HC Ξ
CH
En cada uno
de estos ordenamientos se producen diversas geometrías posibles en torno al
carbono: tetraédrica, plana trigonal y
lineal. La geometría tetraédrica del
carbono es de particular importancia porque conduce a cadenas tridimensionales
y anillos de átomos de carbono como el propano y el ciclopentano. La capacidad para formar enlaces múltiples
conduce a familias enteras de compuestos, que se basan en estructuras como las
del etileno, acetileno y benceno.
Una característica
de la química del carbono es la notable variedad de isómeros que existen. Los isómeros
son compuestos que tienen composición idéntica, pero estructuras
diferentes. Hay dos amplias categorías
de isómeros: los estructurales y los
estereoisómeros. Los isómeros estructurales son compuestos con la misma composición
elemental, pero donde los átomos están unidos de distintas maneras. Los estereoisómeros
son compuestos con la misma fórmula y
tienen sus átomos unidos de manera similar.
Sin embargo, estos átomos están orientados de distinto modo en el
espacio.
Estabilidad de los compuestos del carbono:
Los compuestos
del carbono son notables por su resistencia a los cambios químicos. Si esto no ocurriera, el número de compuestos
sería menor. Para que las moléculas
resistan en su entorno requieren de enlaces fuertes. Las colisiones moleculares en gases, líquidos
y soluciones a menudo suministran suficiente energía para romper algunos
enlaces químicos, y también pueden romperse cuando la energía asociada con
fotones de luz visible y UV excede a la energía de enlace. No obstante, los enlaces carbono-carbono son
relativamente fuertes, y también los enlaces entre el carbono y la mayoría de
los demás átomos. La energía promedio
del enlace C-C es 346 kJ/mol, la energía del enlace C-H es 413 kJ/mol y las
energías de los dobles y triples enlaces carbono-carbono son aún más
altas. La consecuencia de las elevadas
energías de los enlaces del carbono es que en condiciones normales la mayoría de
los compuestos orgánicos no se degradan.
La oxidación de la mayoría de los compuestos orgánicos es favorecida en
productos, pero la mayoría de ellos sobrevive al contacto con el oxígeno. El motivo es que estas reacciones son lentas. La mayoría de los compuestos orgánicos sólo
se quema cuando la combustión se inicia con calor o una chispa. En consecuencia, la degradación oxidativa tampoco
impide la existencia de los compuestos orgánicos.